jueves, 18 de junio de 2009

Netito 777



La diferencia entre un chisme y un argüende no es nada sutil, ya que radica en la cantidad de personas involucradas en la dispersión irresponsable, consciente o no, de alguna información en particular. Sin embargo, ambos conceptos poseen orígenes comunes verbalizados en frases como: “lo sé de fuente fidedigna”. Esta frase en particular es el prefacio de que se está a punto de escuchar algo que en el mejor de los casos puede ser interesante y hasta divertido pero jamás verificable y por lo tanto digno de toda nuestra desconfianza.

Esta es la tragedia de la más grande enciclopedia de todos los tiempos, la digitalmente omnipresente Wikipedia. Pareciera que por su naturaleza comunal estuviese condenada a convertirse en el rostro oficial de esa famosa fuente fidedigna de los chismes y por lo tanto una abierta invitación a dudar total o parcialmente de su contenido. La periodista Carmen Pérez-Lanzac publicó, en el periódico español El País, algunos datos precisos al respecto: “150,000 voluntarios han escrito 11 millones de artículos en 265 idiomas, es gratis, se corrige en el acto y tiene capacidad infinita dicen sus defensores. Es opaca, anárquica y una fuente de difamación, afirman sus detractores. Nature determinó que la Enciclopedia Británica es un 24% mas fiable”.

Pues bien, es hora de confesar que por un cierto tiempo fui uno de esos 150,000 voluntarios que menciona el reportaje y éste es el recuento de mi experiencia personal como militante de buena fe en la cruzada electrónica del conocimiento:

Comencé a colaborar con la Wikipedia un día en que, de manera accidental, quise consultar un tema de cultura general y fui a parar a un artículo que me dio pena ajena por estar escrito en español con una calidad muy baja en cuanto a contenido y presentación. Al cabo de un rato estaba frente a la computadora con un arsenal de libros sobre el tema y diccionarios de todo tipo para poderlo corregir como Dios manda y así, finalmente consultarlo de ahí en adelante sin pasar sonrojos. Poco después de eso, me vi colaborando de manera regular y anónima en la popular enciclopedia de la red. Reconozco que la calidad anónima de mi colaboración siempre se debió más a un acto de pereza que de humildad, puesto que, como de cualquier forma no pagan, no le veía sentido, y además me daba flojera registrarme antes de cada edición.

Nunca tuve mucho tiempo libre como para escribir un artículo entero, aunque me hubiera gustado, pero trataba que mis colaboraciones, por pequeñas que fueran, tuvieran su valor en cuanto a confiabilidad. Este sentido de la responsabilidad me limitaba a trabajar pacientemente en la traducción de artículos pequeños de la versión en inglés, correcciones de estilo, ampliación de artículos ya existentes o simplemente arreglando las plantillas para mostrar la información de manera mas clara. Todo iba muy bien y el sentimiento de satisfacción personal, de estar colaborando para expandir el conocimiento compartiendo lo poco que puede uno recopilar de los libros que lee, se fue acrecentando hasta que se me apareció el terror del vecindario: Netito 777.

Un buen día al terminar de trabajar en la ampliación de un artículo que me costó un par de horas de arduo trabajo se me apareció mi némesis por primera vez. Al querer ver el producto final en la página de consulta del artículo en cuestión simplemente no encontré lo que yo había agregado. Cuando entré al historial de edición de la página supe la razón: “cambios revertidos por Netito 777”. Esperé un rato y volví a copiar y pegar mi versión y al poco tiempo la mosca volvió a molestar. Después de tres intentos decidí investigar la identidad del bromista en su perfil de usuario y pude saber que no se trataba de ningún bromista sino de un flamante patrullero de Wikipedia (bibliotecario creo que es el título oficial) que vela por la salvaguarda del estilo, formato y contenido de los artículos y que en su zona exige calidad total. Constaté además que no era el único victimizado por lo estricto de la supervisión de Netito (espero me disculpe la confianza pero así se identifica, aunque imagino que se llamará Ernesto). Muchos otros wikipedistas le escribían suplicándole les autorizara sus escritos que el había puesto en cuarentena a causa de nimiedades en el formato y la redacción. Lo bueno es que los que le escribían y se presentaban con él y se ponían a sus órdenes les era otorgada la dispensa necesaria para poder publicar libremente sin volver a ser molestados. Los que no, seguiríamos en la mira sin importar que tan confiables fueran nuestras fuentes o que calidad tuvieran nuestros aportes.

Desde ese día Netito 777 llegó para quedarse y hacernos a muchos la vida de cuadritos. No se si la solución al problema hubiera estado en hacerle entender a nuestro patrullero la diferencia entre colaboración y vandalismo. Cuando se colabora puede que un artículo no quede perfecto pero si algo fue omitido sera porque quizá la fuente que se usó no fue la mas adecuada o por simple descuido del autor. En este caso se espera que alguien mas interesado en el tema llegue y complete el trabajo de edición (podría ser el mismo Netito ya que tan preocupado está), no que le arrojen a uno su trabajo al bote de la basura sin más preámbulos. Creo que así se entiende la filosofía del proyecto y es lo que nos seduce del mismo, la capacidad de trabajar en conjunto a nuestro propio ritmo desde diferentes partes del mundo con un objetivo común. Si aparte de invertir esfuerzo de manera gratuita sin recibir las gracias se desprecia nuestro trabajo, bueno o malo, tratándonos como vándalos nada mas porque no pasa uno a “reportarse con papá”, se justifica totalmente que el interés por cooperar decline.

Me hubiese encantado discutir el asunto con el interfecto pero es muy difícil encontrar la seriedad, si no es que rayaría en lo absurdo, en comenzar una discusión entre el IP de una computadora y alguien que para trabajar se identifica con su hipocorístico y el número de placa que usaba Cantinflas cuando se vestía de policía. Como un llamado a la propia sensatez y respeto a mi mismo decidí abandonar el campo de batalla antes de que el ego me empujara a una comunión de necedades con un tipo que lo único que pretende es que se le halaguen los oídos con un: “a sus órdenes jefe”. Por supuesto que después de esta experiencia con tan simpático personaje se me han quitado las ganas de militar en las filas de la buena voluntad. Con esto, ahora me pregunto si la calidad de las colaboraciones en la Wikipedia dependen no solamente de lo que se hace sino de lo que lo dejan a uno hacer.

Después de algún tiempo sin colaborar un buen día entré a hacer una consulta y al reconocer el IP de mi computadora el sistema de Wikipedia me mandó un mensaje a manera de disculpa en el que me agradece mis anteriores aportes. Demasiado tarde para mi gusto, puesto que si de ponernos exquisitos se trata, quiero dejarle bien clara mi postura al señor Jimbo Wales y es que no pienso volver a colaborar en su dichoso proyectito hasta que no lo patrulle gente como el Doctor Moreno de Alba o cualquier otro miembro de alguna Academia de la Lengua y no un ego-maníaco con nombre de usuario de videojuego. Eso si, pienso seguir usando a la Wikipedia como herramienta de consulta primaria, como aprecio del esfuerzo de los que siguen prestando ayuda desinteresada en nombre del saber… y porque, aunque genere incertidumbre en su contenido, sigue siendo gratis.